Reiteradamente oímos el cliché de que “Después de la tormenta siempre viene la calma”; la gente suele acudir a ese tipo de frases para darse consuelo y ánimo con frecuencia, sin reparar en la infalibilidad de la palabra “siempre”.
Curiosamente, esa frase nunca fue parte de mi vocabulario, porque la verdad es que no creo en frases hechas y manoseadas por la gente; sin embargo, llegó más temprano que tarde el momento en que estas palabras adquirirían sentido en mi cabeza.
Sentada frente a la ventana, durante un par de segundos en que diversos episodios de mi vida desfilan tras mi mirada, el sol ilumina fuertemente cada fibra de mi cuerpo y de mi mente dando el paso así para resumir con la mejor de las sonrisas mi corta y compleja existencia. Frenéticas ganas de gritar, una sonrisa que se dispara sola, impulsos adrenalínicos, ganas de hablar, de querer, de perdonar, de amar… Me pregunté cómo puede uno saber si no padece de depresión, y encontré automáticamente la respuesta; pues estos síntomas de felicidad no afloran en el diagnóstico depresivo. De esta manera las angustias solo se traducen en momentos, imperando el estado vital más común pero menos asociado, la “felicidad”. Felicidad por vivir, por avanzar, por superarse, por crecer, por amar, por ser amado, por buscar el equilibrio, por conciliar, por enmendar, por salir adelante, por planear, por respirar, por soñar, y por mantener as esperanzas.
De pasada leo: “Por qué son tan miedosos?, ¿Todavía no tienen fe?”. Y mi alma despierta a gritos por un Dios que me aviva en todos los sentidos de aquella palabra.
¿“Después de la tormenta siempre viene la calma”?, pues sí, empíricamente es así.
2 comentarios:
Es como decir..
"Al final de tunel siempre hay luz"
Mmmm.. me pareció pasar en algún momento por miedos.. y muchos.. incertidumbres que aturdían a diario mi cabeza loca... creo que hasta el día de hoy no encuentro respuestas.. y no sé que me pasó..
Quizás un estado depresivo.. del cual salí.. sola.. y que no quise seguir... porque sentía que me consumía por dentro.. hasta en un momento envejecí!..
Pero bueno.. el tiempo ha pasado.. y sigo con la cabeza en alto.. esperando que la vida.. me dé lo mejor.. =)
Me agradan tus reflexiones..
Y mira que coincidencia.. por acá en el sur..parece que quedaba un pedacito tuyo..
Saludos!.. para usted Señorita..
Adieu!
Pimienta suave ]renegando la miel[
ellos son mas que nosotros.
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Al hipnotismo de la mañana, cara grasienta frente al espejo.
Me pregunto si la calma es eso que veo yo, o de lo que me aferro justamente cuando ams me muevo, y menos calmo estoy.
O si la tormenta es realmente el enemigo de la calma..
o si sera mas bien que la tormenta quiere hacerme desaparecer apra solo asi ser tormenta tranquila que se expande como si el viento fuera su hijo mas pequeño, mimado natural de signo epocal.
epocal.
como la cara grasienta en el espejo.
y la mañana
que es mas dificil que el sueño que te ataca en la micro.
que es mas dificil que ver tu cabeza de color llamativo entre la gente;
que es dificil saber que los brazos son tan cortos
y las ganas tan desmedidas...
De la felicidad no hablare
Pues de eso ya se encarga el capitalismo.
Saludos niio beio..
t visito.
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